jueves, 24 de mayo de 2007

El Tablet PC que cambió sus vidas


Niños de 10 años que dejan de absentarse en la escuela, menores conflictivos que se vuelven más responsables, alumnos que tratan de esforzarse para no ir rezagados… Estos son sólo algunos de los cambios observados por los propios profesores que han decidido introducir nuevas tecnologías en las aulas. Y es que, tal y como reconoce algún político, “los niños que pueden aprenderse los 150 personajes de Pokemon y sus múltiples poderes no tienen un problema de aprendizaje, sino de motivación”.

“Los niños de 8 ó 10 años que son capaces de aprenderse los 150 personajes de Pokemon, sus múltiples poderes y los nombres que adoptan estos dibujos animados cuando mutan, no tienen problemas de aprendizaje. Tienen problemas de motivación”. El consejero de Educación de las Islas Canarias, Isaac Godoy Delgado, resumía con esta declaración uno de los principales problemas a los que se enfrenta el sistema educativo actual, contexto en el que se enmarca la colaboración suscrita entre el gobierno de las islas y Microsoft.

Los alumnos del CEIP Europa de Gran Canaria, situado en una de las zonas más humildes de la isla y en la que conviven varios problemas socioeconómicos y culturales, han empezado a contar con esta tecnología desde hace pocas semanas. “Cuando me hablaron del proyecto, he de reconocer que al principio me negué”, confesaba Isabel Sosa Castellano, profesora titular del aula de informática del centro. “Pero pensando en los niños, decidí aplicar el proyecto y su reacción fue entusiasta”. Así, tras apenas un mes y medio de trabajo con Tablet PC en las aulas, Sosa confiesa que todos en el centro están contentos, pese incluso a que, a veces, los menores van más rápido que sus profesores a la hora de entender porqué, de repente, se apaga el ordenador. “Son 25 niños, algunos de ellos muy conflictivos. Pero desde que tienen los Tablet PC, son más responsables, están más motivados, los más retrasados se esfuerzan más y ya no tenemos tanto absentismo escolar”, narra esta profesora.

Además, y frente a quienes consideran que la tecnología “aísla” a las personas, Sosa mantiene que los niños comparten ahora más información “y se ayudan en el manejo de los ordenadores. Como me dicen ellos, ahora parece que aprenden jugando, y eso les motiva”.

Unos beneficios a los que habría que añadir, no sólo el ahorro de varios kilos de peso en las mochilas de los escolares y el poder sustituir varios libros de texto y cuadernos por un único Tablet PC, sino todos aquellos enumerados por José Antonio Blesa, profesor de la escuela turolense de Ariño, donde se llevó a cabo el primer proyecto de introducción de Tablet PC en las aulas en nuestro país. “Utilizar la tecnología en clase supone un gran ahorro de tiempo y permite ir más allá de los objetivos marcados para el curso escolar”, asegura este maestro, quien también relata que los primeros niños españoles en emplear Tablet PC en sus estudios, al pasar a Secundaria, han vuelto al lápiz y al papel tres años después de “abandonar” estas herramientas de estudio. “Mis antiguos alumnos están sacando las mejores notas de su curso de Secundaria y, tal y como me confiesan sus profesores, son el grupo más cohesionado de todos los alumnos”.

Un cambio de mentalidad.

Sin embargo, y aunque a toro pasado parezca que la migración de la escuela tradicional a la denominada escuela del futuro sea algo natural, lo cierto es que supone un cambio radical, especialmente en la mentalidad de padres, alumnos y, sobre todo, profesores. “Hay que pasar a otros roles dentro de las aulas”, explica Blesa, “el profesor tiene que ser una ayuda y un apoyo para los alumnos, no el santo santorum que todo lo sabe”. Algo en lo que coincide el director del centro Europa de Gran Canaria, Francisco de la Fe. “El Tablet PC es una herramienta muy importante en el proceso de aprendizaje de los menores. Los alumnos son ahora un elemento activo de su propio aprendizaje, lo que ha supuesto una revolución”.

Y si antes comentábamos las reticencias de la profesora Isabel Sosa por su reconocida ausencia de conocimientos informáticos, lo cierto es que muchas veces son los propios padres los que se muestran reacios a la introducción de Nuevas Tecnologías en las aulas. No obstante, José Antonio Blesa reconoce que, pese a que en un primer momento los padres de Ariño “se mostraron muy críticos con el proyecto emprendido con Microsoft, lo cierto es que ahora son los defensores más incondicionales viendo los resultados obtenidos”. De hecho, esta iniciativa ha conllevado una mayor penetración de las TIC en el pueblo.

Pero, entre tanto optimismo, Blesa considera que todavía hay que actuar “en muchos frentes, para que no nos quedemos en experiencias aisladas”. Y lanza un aviso a navegantes: “Está todo por descubrir, ahora sólo estamos haciendo “bricolaje” de lo que llegará a ser, de verdad, la escuela del futuro”.

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